El 30 de abril terminó en Rosario, el 1º Congreso Latinoamericano de Salud Socio Ambiental y el 2º Encuentro Nacional de Médicos de Pueblos Fumigados, organizado por la Facultad de Ciencias Medicas de la Universidad Nacional de Rosario.
En distintos paneles y talleres se analizaron los impactos en la salud que generan las prácticas productivas desarrolladas en nuestros países y que afectan seriamente el ambiente y consecuentemente la salud y la vida de las personas que viven en estas regiones.
Los efectos de los agrotóxicos usados en la producción agroindustrial en Argentina, Uruguay, Paraguay y Bolivia fue el tema de principal preocupación del evento. Este reunió a más de 350 profesionales, académicos, estudiantes y ecologistas de diez provincias argentinas, de cuatro universidades públicas y de países como Uruguay, Paraguay, Ecuador y Colombia.
Nuevamente una facultad de medicina de la universidad pública argentina genera un ámbito para analizar el daño a la salud que generan los plaguicidas usados en las zonas rurales, como vienen denunciando los Médicos de los Pueblos Fumigados; en agosto de 2010, ese ámbito lo generó la Facultad de Ciencias Médicas de Córdoba.
En esta oportunidad, los médicos recogieron datos de acumulación de nuevos casos de malformaciones congénitas y cáncer en pueblos y regiones de Chaco, Santa Fe, Tucumán, Córdoba, Misiones y Buenos Aires. Manifestaron mucha preocupación por la irresponsabilidad del uso continuo de glifosato para fumigar vías férreas en lugares densamente poblados del Gran Buenos Aires.
A nivel científico, se presentaron las evidencias y nuevos descubrimientos sobre los mecanismos, que estos venenos de uso rural, generan enfermedad en los humanos, y se volvió a reclamar por la implementación de resguardos públicos para evitar o disminuir esta contaminación. Las medidas reclamadas son, prohibir las fumigaciones aéreas, alejar las fumigaciones terrestres de las cercanías de los pueblos y reclasificar los agrotóxicos con criterios sanitarios.
Los aportes más destacados fueron realizados por el Dr. Oscar Scremin, Profesor de la Universidad de California (UCLA, Los Angeles), quien desarrolló los mecanismos de acción tóxica del endosulfán y el glifosato; con respecto a este popular agrotóxico, destacó los recientes trabajos que se pudieron comprobar, en suicidas asiáticos, en los que 200 ml (un vaso) de roundup es mas que suficiente para matar a una persona.
El Coordinador de la Red de Médicos de Pueblos Fumigados de la Universidad Nacional de Córdoba, Dr. Medardo Avila Vazquez, subrayó las revisiones sistemáticas de los datos científicos que confirman, sin lugar a dudas, los efectos deletéreos en la salud de la exposición a pesticidas.
Por su parte, el Dr. Alejandro Oliva, quien investigó en el sur de Santa Fé el impacto de los agrotóxicos en la salud; mostró cómo esta exposición disminuye las capacidades sexuales y reproductivas en las personas de sexo masculino en edad reproductiva, datos que fueron publicados en revistas científicas internacionales.
Finalmente, desde la reunión en la Facultad de Medicina de Rosario, los médicos reclamaron a los candidatos a presidentes y a gobernadores de las provincias sojeras que expresen públicamente qué medidas van a tomar para defender el derecho a la salud de los pueblos fumigados, o si va a seguir prevaleciendo los intereses de los pools de siembra y grandes empresas de biotecnología y comercio exterior.-
Declaración del 2º ENCUENTRO DE MEDICOS DE PUEBLOS FUMIGADOS
Esto es:
Que es muy importante la agresión a la salud en las poblaciones de localidades sometidas a fumigaciones constantes en la Argentina, y que la situación se agrava día a día, detectándose con mucha mayor frecuencia, enfermedades severas como cánceres, abortos espontáneos, trastornos de la fertilidad y nacimientos de hijos con malformaciones congénitas.
Que distintos trastornos, como los respiratorios, endócrinos, neurológicos, hematológicos y psíquicos, son mucho más frecuentes en las poblaciones sistemáticamente fumigadas como consecuencia del actual modelo de producción agroindustrial.
Que la utilización de plaguicidas no deja de aumentar año a año, siendo que el crecimiento de su consumo fue del 74% en la última temporada, cuando 340 millones de litros de venenos se fumigaron sobre un área habitada por algo más de 12 millones de personas.
Que, valiéndonos de un conjunto suficientemente fuerte de datos, que no pueden ser negados al analizarse con objetividad la situación sanitaria de nuestros pueblos, la información científica explica la causalidad biológica de las manifestaciones clínicas que observamos en nuestros pacientes, y las revisiones sistemáticas de los estudios clínicos y epidemiológicos de observación, generan evidencia, suficientemente sólida y consistente.
que no trataremos aquí. Que por más que deseáramos una realidad distinta, la única verdad es la que hoy tenemos:
Oportunamente manifestamos y exhortamos, a las más altas autoridades nacionales, para que, utilizando el “Principio Precautorio” y con el fin de proteger a la población rural, se impusieran restricciones públicas al uso de los plaguicidas; reclamo que ha sido totalmente desoído.
Tampoco se observó compromiso Parlamentario con el derecho a la salud de la gente; desgraciadamente en el Congreso Nacional continua prevaleciendo la defensa de los derechos a la propiedad privada y al agronegocio.
Por esa razón, y considerando que estamos inmersos en un proceso electoral, es que nos dirigimos directamente a todos los candidatos que aspiran a gobernar el Estado Nacional y a las provincias agroproductoras, manifestándoles que podrán escuchar muchas voces sesgadas por intereses económicos, comerciales o políticos; pero nosotros, médicos, miembros de equipos de salud, investigadores, científicos y académicos que analizamos este problema, no creemos, sino que estamos seguros, de que los crecientes padecimientos en la salud de los habitantes de los pueblos fumigados, son generados por las fumigaciones. Esta seguridad nos las da conocer cómo evoluciona la salud de nuestras comunidades, mediante cotejos con la creciente información científica y, sólo interesándonos en la salud y calidad de vida de nuestros pueblos.
Por eso, exhortamos a los Sres. candidatos a Presidentes y Gobernadores, que tengan en cuenta esta realidad, que no sólo consideren que Argentina aprovecha una coyuntura internacional con precios especulativos de comodities en alza y demanda sostenida. Sino que ello, genera divisas en un sistema sin ningún tipo de control real, modelado por laboratorios multinacionales que promueven la utilización de mas y mas pesticidas que destruyen el ambiente, caen sobre la gente y generan cánceres en nuestros pacientes y malformaciones en sus (nuestros) hijos. Requerimos de los Candidatos, que se expresen públicamente sobre cómo van a proteger la salud y la vida de la población de los Pueblos Fumigados. Nosotros, proponemos como respuesta urgente a este problema que, se PROHIBAN las fumigaciones aéreas en todo el territorio nacional, como ya se estableció en la Unión Europea, y se restrinjan las fumigaciones terrestres alejándolas del limite de las plantas urbanas de los pueblos.
Observamos con preocupación que los reclamos y acciones de los vecinos de los pueblos afectados, nuestros pacientes, son reprimidos y judicializados con el objetivo de detener sus crecientes reclamos de reparación y defensa a sus derechos legítimos a la salud, por lo que reclamamos del Estado que se garantice los mismos y se tomen urgente medidas de reparación.
Por otro lado, reclamamos que se reclasifiquen los agrotóxicos considerando sus efectos agudos, de mediano y largo plazo en ensayos de laboratorio y en estudio en humanos. Exigimos que una dependencia de Salud y Ambiente sea la encargada de autorizar o rechazar el uso de cada pesticida en particular, como ocurre en Canadá y no un ente donde solo participan el área de agricultura del estado, los productores y las Cámaras productoras de plaguicidas y prevalecen las necesidades productivas y comerciales de esos actores.
Por último, queremos reconocer el esfuerzo de todos los miembros de los equipos de salud en general, los vecinos de los pueblos y todos quienes entienden que en esta democracia necesitamos que se prioricen valores, como la salud y el ambiente, sobre los intereses económicos y comerciales de grandes grupos, empresas y pools de siembra.-
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