jueves, 5 de mayo de 2011

Lo dijeron en Segundo Congreso Nacional de Ecología y Biología de Suelos.


Nos gustaría saber qué opinan los técnicos del INTA local, COLOMA, etc., etc., etc., de estos INVESTIGADORES que seguramente alguito más que ustedes deben saber sobre suelo...¿no?

Estimad@s,
del 18 al 20 de abril se realizó en Mar del Plata el Segundo Congreso Nacional de Ecología y Biología de Suelos (conebios 2), que reunió a investigadores de esas disciplinas, que comparten una misma preocupación por el deterioro del ambiente que estamos sufriendo aceleradamente. Esta posición en común se plasmará en el futuro en una Sociedad Argentina de Biología y Ecología de Suelos. En la ocasión, consensuamos una declaración que queremos hacer llegar a Ud. y, si lo considera pertinente, a la opinión pública mediante su difusión.
Desde ya muchas gracias,

Asamblea Promotora de la Sociedad Argentina
de Biología y Ecología del Suelo
Mar del Plata, Buenos Aires.


Mar del Plata, 20 de Abril de 2011

A la sociedad argentina:

Quienes redactamos esta declaración somos miembros del sistema científico-tecnológico argentino y hemos participado del Segundo Congreso Nacional de Ecología y Biología de Suelos, reunido en Mar del Plata los días 18, 19 y 20 de abril de 2011. El suelo, también llamado “la última frontera biológica” es un ecosistema difícil de estudiar, del cual aún solo se conoce un pequeño porcentaje de las especies que allí habitan y menos aún sobre las relaciones que entre ellas se han establecido a lo largo de millones de años de evolución. El suelo además de ser un desafío para los investigadores, que intentan conocer quien los habita y como funciona, se ha convertido actualmente en el protagonista de acciones políticas contrapuestas. Por un lado, aquellas que reconocen la fragilidad de este sistema y buscan conservarlo, y por otro desde una posición fragmentada, se lo explota hasta el agotamiento y virtual desaparición.

Como investigadores científicos estudiamos el suelo, su ecología y sus procesos y consideramos que el conocimiento que contribuimos a generar es un bien social y como tal debe estar a disposición y en beneficio de todos. Como ciudadanos nos sentimos comprometidos con la sociedad y sus problemas y creemos que el conocimiento generado puede contribuir a analizar dichos problemas, buscar soluciones y tomar decisiones políticas en relación a ellos.

Consideramos que aunque el conocimiento científico, por su propia naturaleza y dinámica, está sujeto a constante revisión, discusión y crítica, puede realizar un aporte significativo a la hora de discutir las problemáticas sobre las que diversas organizaciones sociales nos han consultado: la relativa al uso del suelo para la producción agropecuaria y el modelo de explotación aplicado en forma preponderante en la actualidad.

En general estos tipos de usos tienden a acentuar las diferencias sociales. Es decir, mientras que por una parte se incrementan la producción y exportaciones agrícolas y las empresas maximizan sus ganancias, por la otra crecen los pueblos sometidos a pulverizaciones, empeoran las condiciones laborales de los trabajadores rurales, se pierden fuentes de trabajo y se pone en riesgo la seguridad alimentaria.

Los resultados científicos expuestos en este congreso demuestran, entre otras cosas, que:

1. El manejo orgánico de la agricultura produce un menor impacto en la abundancia de los ácaros del suelo (importantes microartrópodos que intervienen en la incorporación de materia orgánica al suelo) en comparación con los sistemas agrícolas convencionales tanto bajo siembra directa como con labranza convencional.

2. La aplicación de agroquímicos reduce la abundancia y diversidad de las comunidades de animales del suelo. Dichos animales regulan los procesos ecológicos del suelo y previenen su deterioro, tanto en su estructura y propiedades físicas como en su fertilidad.

3. Una proporción considerable (que puede superar el 50 %) de los plaguicidas aplicados a los cultivos hortícolas llega directamente al suelo donde puede producir efectos dañinos sobre los microorganismos (bacterias y hongos) y la fauna edáfica.

4. Algunos de los agroquímicos usados en los actuales sistemas dominantes de producción agropecuaria producen alteraciones en la fijación del nitrógeno y disminuyen la variedad y cantidad de hongos del suelo beneficiosos para las plantas.

Estos y otros resultados indican que el actual modelo agropecuario dominante compromete el propio proceso productivo a mediano y largo plazo y afecta negativamente la integridad y funcionalidad del ecosistema del suelo y por lo tanto compromete la sustentabilidad. Recordemos que los suelos actuales son el resultado de procesos físicos, químicos y biológicos que han actuado durante miles de años y que su recuperación ante este tipo de deterioro puede ser extremadamente lenta o inexistente, por lo cual el suelo debe considerarse a los fines prácticos como un recurso no renovable a escala humana cuando se lo maneja con prácticas equivocadas.

La actual explotación que se realiza en Argentina hace que estemos exportando los nutrientes de nuestros suelos en forma de forrajes utilizados para alimentar animales mientras padecemos problemas de nutrición deficitaria en amplios sectores de la población.

Estas preocupaciones se conjugan con las manifestadas por organizaciones de médicos[1], vecinos y productores[2] acerca de los efectos dañinos directos sobre la salud humana de muchos de los agroquímicos ya referidos, los cuales llegan a nosotros a través de los alimentos o directamente a través del aire y el agua a partir de las pulverizaciones de los cultivos.

En definitiva, en solidaridad con estos reclamos y teniendo en cuenta las evidencias científicas obtenidas hasta el momento, aconsejamos adoptar un principio precautorio con respecto al uso de los plaguicidas y otros agroquímicos. También creemos que es necesario abrir una profunda y amplia discusión acerca de las políticas públicas de fomento y planificación para tender a un modelo productivo menos peligroso para la salud tanto humana como ambiental. Como científicos estamos dispuestos a participar aportando lo que sabemos, lo que la comunidad científica internacional ha investigado y los resultados de los nuevos estudios y evaluaciones que puedan surgir como necesidad de estas discusiones.

Creemos necesario tomar conciencia de los riesgos que estamos corriendo y de la responsabilidad que tenemos para con nuestros contemporáneos y para con las generaciones futuras.

Asamblea Promotora de la Sociedad Argentina de Biología y Ecología del Suelo


[1] Informe del 1º ENCUENTRO NACIONAL DE MEDICXS DE PUEBLOS FUMIGADOS. Facultad de Ciencias Médicas, Universidad Nacional de Córdoba. 27 y 28 de Agosto de 2010, Ciudad Universitaria, Córdoba.

[2] http://parendefumigar.blogspot.com/

EL CONCEJO MUNICIPAL DE BARILOCHE PROHIBIÓ EL USO Y LA VENTA DE GLIFOSATO!!!! NO LE TEMEN AL VOTO SOJERO!!!!



En la sesión extraordinaria de ayer, el Concejo Deliberante, aprobó el proyecto impulsado por los ediles Daniel Pardo y Alfredo Martín, que pone límites a la utilización y comercialización de este herbicida tan cuestionado: el glifosato. De acuerdo a estudios especializados del Conicet produce graves “malformaciones” y es dañino para la salud. En principio, no se avanzará en el control de otros productos de este estilo, pero será un puntapié inicial para que haya otro tipo de control desde Medio Ambiente en este sentido. La utilización de glifosato en 40 hectáreas de Península San Pedro despertaron la preocupación en la ciudad de Bariloche el año pasado, por las graves consecuencias que acarrea para la salud.

Tal como ocurre en otras ciudades del país y ante las investigaciones y estudios especializados de diversos organismos ante el vacío normativo que existe al respecto a nivel nacional, el Concejo local busca con esta normativa, poner límite a esta situación.

Los ediles Daniel Pardo y Alfredo Martín son los autores de esta ordenanza que a partir de su aprobación de ayer – por unanimidad de los concejales- prohibirá de manera taxativa el uso y también la comercialización de este herbicida.

Antes de que los ediles comenzaran a trabajar en esta norma, destacaron que había un vacío en lo que a ordenanzas se refiere, razón por la cual decidieron tomar una idea de la asociación Árbol de Pie y ponerse a trabajar en conjunto.

Daniel Pardo, uno de los autores de la norma, destacó que a nivel nacional no hay un marco que regule el uso o la comercialización de este producto tan cuestionado, en tanto en diversas ciudades y puntos del país “existen diversas medidas que tienden en mayor o menor medida a controlar esta situación”.

El glifosato es un herbicida no selectivo de amplio espectro, desarrollado para eliminación de hierbas y de arbustos, en especial los perennes. Es un herbicida total. Es absorbido por las hojas y no por las raíces. Se puede aplicar a las hojas, inyectarse a troncos y tallos o asperjarse a tocones como herbicida forestal.

La aplicación de glifosato mata las plantas debido a que suprime su capacidad de generar aminoácidos aromáticos. El glifosato es uno de los herbicidas usados por el gobierno de EE.UU. para asperjar campos de cultivo de coca en Colombia en el Plan Colombia. Sus efectos a la salud humana, al ambiente, a los cultivos legales, y la efectividad en el combate de EE.UU. en la guerra contra las drogas están ampliamente disputados.

Ya hay reportes acerca de estas amplísimas aplicaciones aéreas de glifosato en su intento de destruir cultivos de coca en Sudamérica, resulta en el desarrollo natural de cepas de coca con resistencia a glifosato conocidas como Boliviana negra, que habría sido mejorada por selección.

Aunque no hay reportes científicos de coca resistente a glifosato en la literatura con revisión por árbitro. Además, ya que está prohibido aplicar herbicidas en los Parques nacionales colombianos, se cultiva coca dentro de esas áreas, cortando la vegetación natural, y estableciendo plantaciones ilegales de coca.

lunes, 2 de mayo de 2011

Declaración del 2º ENCUENTRO DE MEDICOS DE PUEBLOS FUMIGADOS


El 30 de abril terminó en Rosario, el 1º Congreso Latinoamericano de Salud Socio Ambiental y el 2º Encuentro Nacional de Médicos de Pueblos Fumigados, organizado por la Facultad de Ciencias Medicas de la Universidad Nacional de Rosario.

En distintos paneles y talleres se analizaron los impactos en la salud que generan las prácticas productivas desarrolladas en nuestros países y que afectan seriamente el ambiente y consecuentemente la salud y la vida de las personas que viven en estas regiones.

Los efectos de los agrotóxicos usados en la producción agroindustrial en Argentina, Uruguay, Paraguay y Bolivia fue el tema de principal preocupación del evento. Este reunió a más de 350 profesionales, académicos, estudiantes y ecologistas de diez provincias argentinas, de cuatro universidades públicas y de países como Uruguay, Paraguay, Ecuador y Colombia.

Nuevamente una facultad de medicina de la universidad pública argentina genera un ámbito para analizar el daño a la salud que generan los plaguicidas usados en las zonas rurales, como vienen denunciando los Médicos de los Pueblos Fumigados; en agosto de 2010, ese ámbito lo generó la Facultad de Ciencias Médicas de Córdoba.

En esta oportunidad, los médicos recogieron datos de acumulación de nuevos casos de malformaciones congénitas y cáncer en pueblos y regiones de Chaco, Santa Fe, Tucumán, Córdoba, Misiones y Buenos Aires. Manifestaron mucha preocupación por la irresponsabilidad del uso continuo de glifosato para fumigar vías férreas en lugares densamente poblados del Gran Buenos Aires.

A nivel científico, se presentaron las evidencias y nuevos descubrimientos sobre los mecanismos, que estos venenos de uso rural, generan enfermedad en los humanos, y se volvió a reclamar por la implementación de resguardos públicos para evitar o disminuir esta contaminación. Las medidas reclamadas son, prohibir las fumigaciones aéreas, alejar las fumigaciones terrestres de las cercanías de los pueblos y reclasificar los agrotóxicos con criterios sanitarios.

Los aportes más destacados fueron realizados por el Dr. Oscar Scremin, Profesor de la Universidad de California (UCLA, Los Angeles), quien desarrolló los mecanismos de acción tóxica del endosulfán y el glifosato; con respecto a este popular agrotóxico, destacó los recientes trabajos que se pudieron comprobar, en suicidas asiáticos, en los que 200 ml (un vaso) de roundup es mas que suficiente para matar a una persona.

El Coordinador de la Red de Médicos de Pueblos Fumigados de la Universidad Nacional de Córdoba, Dr. Medardo Avila Vazquez, subrayó las revisiones sistemáticas de los datos científicos que confirman, sin lugar a dudas, los efectos deletéreos en la salud de la exposición a pesticidas.

Por su parte, el Dr. Alejandro Oliva, quien investigó en el sur de Santa Fé el impacto de los agrotóxicos en la salud; mostró cómo esta exposición disminuye las capacidades sexuales y reproductivas en las personas de sexo masculino en edad reproductiva, datos que fueron publicados en revistas científicas internacionales.

Finalmente, desde la reunión en la Facultad de Medicina de Rosario, los médicos reclamaron a los candidatos a presidentes y a gobernadores de las provincias sojeras que expresen públicamente qué medidas van a tomar para defender el derecho a la salud de los pueblos fumigados, o si va a seguir prevaleciendo los intereses de los pools de siembra y grandes empresas de biotecnología y comercio exterior.-



Declaración del 2º ENCUENTRO DE MEDICOS DE PUEBLOS FUMIGADOS

Esto es:

Que es muy importante la agresión a la salud en las poblaciones de localidades sometidas a fumigaciones constantes en la Argentina, y que la situación se agrava día a día, detectándose con mucha mayor frecuencia, enfermedades severas como cánceres, abortos espontáneos, trastornos de la fertilidad y nacimientos de hijos con malformaciones congénitas.

Que distintos trastornos, como los respiratorios, endócrinos, neurológicos, hematológicos y psíquicos, son mucho más frecuentes en las poblaciones sistemáticamente fumigadas como consecuencia del actual modelo de producción agroindustrial.

Que la utilización de plaguicidas no deja de aumentar año a año, siendo que el crecimiento de su consumo fue del 74% en la última temporada, cuando 340 millones de litros de venenos se fumigaron sobre un área habitada por algo más de 12 millones de personas.

Que, valiéndonos de un conjunto suficientemente fuerte de datos, que no pueden ser negados al analizarse con objetividad la situación sanitaria de nuestros pueblos, la información científica explica la causalidad biológica de las manifestaciones clínicas que observamos en nuestros pacientes, y las revisiones sistemáticas de los estudios clínicos y epidemiológicos de observación, generan evidencia, suficientemente sólida y consistente.

que no trataremos aquí. Que por más que deseáramos una realidad distinta, la única verdad es la que hoy tenemos:

Oportunamente manifestamos y exhortamos, a las más altas autoridades nacionales, para que, utilizando el “Principio Precautorio” y con el fin de proteger a la población rural, se impusieran restricciones públicas al uso de los plaguicidas; reclamo que ha sido totalmente desoído.

Tampoco se observó compromiso Parlamentario con el derecho a la salud de la gente; desgraciadamente en el Congreso Nacional continua prevaleciendo la defensa de los derechos a la propiedad privada y al agronegocio.

Por esa razón, y considerando que estamos inmersos en un proceso electoral, es que nos dirigimos directamente a todos los candidatos que aspiran a gobernar el Estado Nacional y a las provincias agroproductoras, manifestándoles que podrán escuchar muchas voces sesgadas por intereses económicos, comerciales o políticos; pero nosotros, médicos, miembros de equipos de salud, investigadores, científicos y académicos que analizamos este problema, no creemos, sino que estamos seguros, de que los crecientes padecimientos en la salud de los habitantes de los pueblos fumigados, son generados por las fumigaciones. Esta seguridad nos las da conocer cómo evoluciona la salud de nuestras comunidades, mediante cotejos con la creciente información científica y, sólo interesándonos en la salud y calidad de vida de nuestros pueblos.

Por eso, exhortamos a los Sres. candidatos a Presidentes y Gobernadores, que tengan en cuenta esta realidad, que no sólo consideren que Argentina aprovecha una coyuntura internacional con precios especulativos de comodities en alza y demanda sostenida. Sino que ello, genera divisas en un sistema sin ningún tipo de control real, modelado por laboratorios multinacionales que promueven la utilización de mas y mas pesticidas que destruyen el ambiente, caen sobre la gente y generan cánceres en nuestros pacientes y malformaciones en sus (nuestros) hijos. Requerimos de los Candidatos, que se expresen públicamente sobre cómo van a proteger la salud y la vida de la población de los Pueblos Fumigados. Nosotros, proponemos como respuesta urgente a este problema que, se PROHIBAN las fumigaciones aéreas en todo el territorio nacional, como ya se estableció en la Unión Europea, y se restrinjan las fumigaciones terrestres alejándolas del limite de las plantas urbanas de los pueblos.

Observamos con preocupación que los reclamos y acciones de los vecinos de los pueblos afectados, nuestros pacientes, son reprimidos y judicializados con el objetivo de detener sus crecientes reclamos de reparación y defensa a sus derechos legítimos a la salud, por lo que reclamamos del Estado que se garantice los mismos y se tomen urgente medidas de reparación.

Por otro lado, reclamamos que se reclasifiquen los agrotóxicos considerando sus efectos agudos, de mediano y largo plazo en ensayos de laboratorio y en estudio en humanos. Exigimos que una dependencia de Salud y Ambiente sea la encargada de autorizar o rechazar el uso de cada pesticida en particular, como ocurre en Canadá y no un ente donde solo participan el área de agricultura del estado, los productores y las Cámaras productoras de plaguicidas y prevalecen las necesidades productivas y comerciales de esos actores.

Por último, queremos reconocer el esfuerzo de todos los miembros de los equipos de salud en general, los vecinos de los pueblos y todos quienes entienden que en esta democracia necesitamos que se prioricen valores, como la salud y el ambiente, sobre los intereses económicos y comerciales de grandes grupos, empresas y pools de siembra.-